La empresa produce una hoja que inhibe el etileno, una hormona que estropea estos alimentos. El producto se comercializa en toda Europa, Chile, Colombia y Brasil.
Perdónenme señores míos, pero haré una pequeña introducción al artículo de innovación que pertenece al diario Huelva Información del pasado viernes 20 de marzo, y pienso que es esencial.
“¿Por qué se deterioran las frutas y las verduras?
Por la transformación que sufren sus componentes durante el almacenamiento, transporte y comercialización. Al recolectarse, los vegetales se separan de su fuente de nutrientes, pero sus tejidos siguen activos. Los azucares y otros compuestos sufren modificaciones que originan dióxido de carbono y agua. Esta modificación produce el endulzamiento, ablandamiento y los cambios de aroma y coloración. A esto se une la variación del valor nutritivo. El envasado es la solución para ralentizar este proceso.”
Perdónenme señores míos, pero haré una pequeña introducción al artículo de innovación que pertenece al diario Huelva Información del pasado viernes 20 de marzo, y pienso que es esencial.
“¿Por qué se deterioran las frutas y las verduras?
Por la transformación que sufren sus componentes durante el almacenamiento, transporte y comercialización. Al recolectarse, los vegetales se separan de su fuente de nutrientes, pero sus tejidos siguen activos. Los azucares y otros compuestos sufren modificaciones que originan dióxido de carbono y agua. Esta modificación produce el endulzamiento, ablandamiento y los cambios de aroma y coloración. A esto se une la variación del valor nutritivo. El envasado es la solución para ralentizar este proceso.”
La empresa almeriense Keep Fresh tiene la clave para solventar este problema: unas láminas que retrasan hasta en un 50% la maduración de hortalizas y frutas.
Este producto “elimina, mediante absorción, la hormona que provoca la maduración, denominada etileno”, explica Juan José Pedro, cofundador, junto a Antonio Sánchez, de la compañía. Dicho elemento es generado por los propios vegetales tras su recolección y actúa alterando fisiológica y bioquímicamente los frutos durante los procesos de maduración, almacenamiento o transporte. Su anulación permite conservar las cualidades de los vegetales “30 días más en su versión domestica, y entre 15 y 60 días en la industrial”.
La lamina se conforma por dos capas de papel de calidad alimentaria que incluye el sorbedor de etileno, además de otros componentes minerales y químicos que, “en ningún momento están en contacto con los alimentos ni producen migración: por ello estamos certificados para la agricultura ecológica”, apunta Pedro.
La aplicación se realiza durante el proceso de envasado, directamente sobre la fruta, la verdura e, incluso en flores recién cortadas.
La lamina tiene un periodo de caducidad de 18 meses y, además de retrasar la maduración de los alimentos, permite optar por un medio de transporte mas económico, reducir los gastos de enfriamiento y ventilación, transportar la mercancía a mercados lejanos con la calidad de origen y recoger los productos hortofrutícolas en su momento optimo de maduración.
Hay varios formatos, las hojas rígidas se fabrican mediante la técnica flow-pack, que son bolsas tubulares de film termosolar producidas por maquinaria electrónica.
El precio de cada hoja supera por poco los 7 céntimos de euro y es valida para cajas de entre 4 y 6 kilos. Su versión domestica es algo mas cara aunque no llega a dos euros y, se puede encontrar en los hipermercados Carrefour y Hipercor, aunque se encuentra en pleno proceso de expansión.
La empresa Keep Fresh además dispone de un departamento de I+D+I y, actualmente, trabaja en el desarrollo de “envases activos”. Así mismo, mantiene una relación fluida con la Universidad de Almería con la que tiene un proyecto abierto.
Pienso que uno de los retos, y que a mi personalmente me da mucho coraje, es aprender las cantidades de comida con la que llenar la despensa, ya que el no tener buen ojo a la hora de la compra, tiene como consecuencia cubos repletos de comida que se echan a perder por no consumirse. Y me apoyo, en un encabezado de un reportaje de una de esas revistas de ciencia, que leí hace un tiempo, que indicaba: “las familias españolas tiran al año, cantidades de vegetales por valor de aproximado de 400 millones de euros. Por esto, espero que este producto ayude a aumentar el tiempo de maduración de los alimentos evitándose este despilfarro.
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